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16 cosas que sólo entienden quienes viven lejos de su familia.
Sea cual sea el motivo: trabajo, amor, elección personal, etc., en ocasiones, la necesidad de vivir lejos de la familia puede ser una realidad. Y cuando eso sucede, sin duda te identificarás con los siguientes puntos.
16 cosas que sólo entienden quienes viven lejos de su familia.
Descubre 16 cosas que sólo entienden quienes viven lejos de su familia.
1. Fechas conmemorativas
Cuando llega la Navidad y ves ese anuncio de Coca-Cola, te dan ganas de correr al aeropuerto y aparecer sin avisar en la cena familiar. «¡Mamá! ¡Abre la puerta! ¡Estoy aquí para Navidad!»
2. Zona horaria
¿A quién no le encanta recibir esa llamada de su mamá a las 4:30 de la mañana? <3
3. Ese olor a casa limpia
El olor de los productos de limpieza nunca huele igual que en tu propia casa, por mucho que uses litros de limpiador perfumado en el suelo.
4. Libertad
Vivir lejos de la familia puede ser liberador. Hacer lo que quieras, cuando quieras, sin esas pequeñas preocupaciones: » Alguien entrará » o «Nadie me verá haciendo esto». Está bien cantar desnudo por casa y dejar una toalla mojada en el sofá (recordando siempre que eres tú quien la va a limpiar después).
5. No tener a nadie con quién hablar cuando algo sale mal.
¡Houston, tenemos un problema! Por un lado liberador, por otro peligroso. Solo quienes viven lejos de su familia conocen esa sensación de
6. Puedes visitar cualquier lugar del mundo.
Pero ningún lugar será tan acogedor como tu propia casa .
7. «No te mueres de hambre, ¿verdad?»
Todo aquel que vive lejos ha oído a su madre decirle: «¡Qué delgado estás, hijo! ¿Comes bien?».
8. No hay ninguna posibilidad de que algún día puedas hacer un arroz tan bueno como el de tu mamá o tu papá.
El famoso arroz “para bebés” se convierte en una triste rutina .
9. De hecho, no hay comida de ningún país del mundo que se compare con la cocina de la abuela.
Los chefs de cualquier parte del mundo parecen aficionados comparados con tu abuela.
10. Necesitas hablar con el otro todos los días.
Aunque sea sólo para preguntar cómo se llama ese producto que hace que el baño huela tan bien.
11. Falta de episodios importantes
Acéptalo. Pasarás por la boda de tu primo, el nacimiento de un nuevo miembro de la familia y, a veces, tristemente, la pérdida de un ser querido. Y todo esto se gestionará únicamente a través de fotos de Facebook e información del grupo familiar de WhatsApp .
12. Sientes una sensación de abandono cuando ocurre ese almuerzo familiar.
Todos se divierten y envían fotos de esa comida increíble en el chat familiar. Y tú te preparas para dormir y buscas algo para ver en Netflix .
13. Enfermarse es un gran problema.
No hay adónde correr. Las medicinas son caras. Se acabó el ponche de huevo de la abuela, ni el té de mamá. Solo pañuelos sucios y un deseo abrumador de volver a casa.
14. ¿Echas de menos los “maravillosos” eventos familiares?
Extraño a aquel tío abuelo que solía preguntar: «¿Y qué pasa con las novias?»
15. Tus amigos cercanos poco a poco se convierten en tu familia y ni siquiera te das cuenta.
Lejos de la familia, los amigos se hacen cada vez más cercanos. Hasta que un día te encuentras peleándote por el secador con tu compañero de piso, igual que antes con tu hermana .
16. Empiezas a descubrir el verdadero valor de la familia.
Alejarse de la familia es un gran paso en la vida.
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